Ahí tienen a un cachalote que se dirige, incapaz de rebelarse contra el destino, a la playa donde quedará varado. Es el final del siglo XIX y camino a su destino final pasa por Bilbao. El Queen Elizabeth cruzó orgulloso el Atlántico mil veces y ahora va a convertirse en atracción de feria. Cortesía de Begoña de Urrutia que lo fotografía en el muelle de Arriluce de Las Arenas.