El comentario de javi a mi post enrevesado sobre multipolaridad me ha hecho pensar sobre cual sería la diferencia entre el proyecto de Eugenio Trías con su énfasis en el límite «de las cosas» y mi intento de hablar de periferias con humildad como algo donde las cosas y las ideas se cuecen y, con menos humildad, en EL CAPITALISMO QUE VIENE, en donde persigo, entre otros objetivos, mostrar que la descentralzación de casi todo es buena porque promueve la competencia.
Recuerdo lo de Trías como un tratado de metafísica complicado para los legos como yo, pero que sin embargo te atrae fatalmente. Que en el límite las cosas se ven mejor, con mayor nitidez, es, en parte, un lugar común si por límite entendemos la abstracción de los detelles y, en parte, algo muy familar para los economistas que están acostumbsos a establecer comparaciones entre mecanismos de asignación de recursos según su comportamiento en el límite.
Pero por otro lado Trías introduce otros matices de interés a los que se refiere javi. Primero el matiz político de los emperadores romanos. Hay que triunfar en proviencias antes de atacar Madrid, dirían los actores devenidos empresarios teatrales. Hay que ensayar tus ideas o tu ciencia en los USA antes de ser profeta en tu tierra. Y así podríamos encontrar otros muchos ejemplos del uso de la noción de límite en su aspecto político.
Segundo,otra línea que yo creí leer en Trías es un aspecto no lógico sino epistémico. Algo aí como que solo sabemos que sabemos cuando nuestro saber pasa por la prueba del límite. En este sentido se parece a la reflexividad más elemental. Solo me ceeré mi propia teoría si da cuenta de sí misma. No creeré que la ciencia se mueve por presiones del poder militar a no ser que sea cierto que mi teoría sobre ciencia y poder también está condicionada por ese poder militar.
Mi idea de periferia en sus diferentes variantes es algo distinta. Políticamente la periferia no es un filtro para elgir a los mejores para que acaben sirviendo al centro sino un gesto de desprecio a ese centro centro que nos ciega ante otras posbilidades. Y epistemológicamente no se trata de que yo crea que solo sabemos que sabemos lo periférico y nunca lo fundamental; sino de que se trata de una proposición contraria al deslizamiento en la inercia del pensamiento y una llamada a ensayar la novedad arriesgada.
No sé si nada de esto tiene que ver con el comentario de javi, ni siquiera con lo que realmente pretendía Eugenio Trías en su proyecto filosófico, pero me ha servido para enriquecer mi propia reflexión sobre la periferia justamente desde una periferia que ni recuerda ni entiende , ni sabe si recuerda que entendió.