En su artículo sobre España que apareció en el F.T. el miércoles anterior a la semana santa no hay nada nuevo. Se teme que la economía española tiene sus riesgos a pesar de las apariencias y, más en concreto, se pregunta por lo que significa un enorme deficit por cuenta corriente. Aunque no acusa a España de «free ride» sobre el euro, recuerda lo que pasaría si no estuviéramos en esa zona; pero se olvida de recordar que nuestro sistema financiero es de los mejores y que, por lo tanto, quizá nos podemos permitir ese deficit puesto que el capital exterior nos lo financiará, tal como ya dije en su momento y tal como lo recordaba en El País Domingo Emilio Ontiveros.
Sien embargo lo entretenido es tratar de adaptar para España sus recomendaciones para Europa que aparecieron en el F.T.una semana antes bajo el título Why liberalism is the right future for a declining Europe. Europa es un gran éxito político, algo que hay que decir en estos días de aniversario del inicio de la U.E. y una forma de cooperación descentralizada muy del gusto británico; pero su futuro económico en un mundo globalizado no está garantizado. Por lo que Wolf presenta siete recomendaciones que me gustaría comentar a efectos de meditar si España está preparada para asumirlas.
- Lo primero es la creación de puestos de trabajo. Desde luego; si no lo hacemos y dejamos que los trabajadores poco especializados, los jóvenes o los emigrantes estén desempleados habremos dualizado la economía y roto la urdimbre social que sostiene cualquier crecimiento. Me parece que nuestros sindicatos se están portando muy bien renunciando a aumentos salariale asautomáticos y desarrollando programas de empleo. La liberalización del mercado de trabajo debería tener en cuenta este último punto.
- Modernizar el sistema del Estado del Bienestar. Hay que agilizarlo; pero también mantenerlo sin avisos de catástrofes, dotándolo correctamente y desarrollando programas de empleo que incentiven la formación.
- Liberar la Empresa. No se trata de liberalizar ninguna regulación general de la empresa, sino de liberarla de ataduras burocráticas tontas para la apertura de empresas y sobre todo para su cierre una vez reconocida su inviabilidad.
- Invertir en creatividad. Aquí me parece que no vamos por buen camino. La LOU me ha decepcionado. Nada tiene de radical y la progresista. La autonomía reforzada de las universidades choca con la pereza de los rectores y la de los demás para llegar a serlo. Cabría imitar a Alemania y separar unas cuantas universidades maximizando en ellas la excelencia. Esto incentivaría la competencia, única forma de no dormirse sobre los microscopios o los tratados de lógica.
Hasta quí son las cosas que Wolf aconseja a Europa y que miran hacia dentro. Pero curiosamente aconseja otras tres grandes vías que miran hacia fuera.
- Promover el desarrollo. Wolf recomienda que Europa aparezca como un soft power y yo siempre he pensado que sta actitud es la que mejor le iría a España en lugar de una actitud imperial totalmente desfasada y poco a tono con nuestra menera de ser actual. Deberíamos ser los primeros en abrir nuestros mercados agrícolas.
- Reducir las emisiones de CO2 de manera eficiente. Primero reducirlas. Somos unos malos cumplidores de Kioto y miramos para otro lado pues no queremos cejar en nuestro proceso de convergencia que tanto nos enorgullece. Sin embargo nuestra reputación exterior mejoraría si nos tomáramos en serio lo del mercado de emidiones.
- Entregarse al futuro. Esta es para mí la más importante de las rcomendaciones de Wolf. Significa abrir la mente a lo que nos llega y no vivir pensando que el mundo no ha cambiado tanto. Ha cambiado totalmente y no tenemos más remedio que encontrar nuestro sitio en él. Ya no somos un país de bajos costes de producción y no tenemos más remedio que incrementar la productividad mediante el uso de las TIC y a través del incremento en el capital social.
Nada que añadir.