La razón para acudir a Bilbao desde Madrid la semana pasada acompañado de A.P.A. fue acudir a una especie de seminario sobre naciones, estados y esas cosas de las que no se habla más que por bajines.
No les voy a aburrir con las disquisiciones técnicas al respecto; pero sí les voy a releer algunas de las notas que tomé en la Goulue que siempre me acompaña:
- Rechazo todos los monopolios incluído el de la violencia. La seguridad física no requiere bloquear la violencia sino entrar en una interdependencia interesada.
- No entiendo que una forma de legitimaciíón del Estado sea la formación de un espíritu nacional. Esa no era la idea de Hobbes.
- Holismo e individualismo. Los politólogos, historiadores del pensamiento y sociólogos tienden a ser holistas. Los economistas individualistas. ¿En dónde cae el intento de George Akerlof de integrar la sociología en la economía?
- Pensar bien dos cosas:
- La tensión entre diversidad y homegenidad y cómo afloja gracias a las TIC.
- Lo de la cesión de soberanía en la política económica.
Y como no hay seminario o reunión de cualquier tipo en el País Vasco sin una buena cena, disfruté de una visita «guiada» al «Echanove» que ya tiene su primera estrella Michelin. Además de disfrutar de los sabores sabios que fabrica Fernando Canales Echanove, escuché embelesado su crítica a la perversa deriva de la cocina vasca. Tantea Fernando la creación de una marca de gastronomía vasca que no se esfume en el aire. Lo importante, según él, no es ni el cocinero ni el plato sino el cliente, su satisfacción.
Y nada más que pueda ser comentado. El resto de mis notas es secreto.