Tanto El País como El Mundo de hoy ponen en portada la foto de Zapatero separado del resto de los colegas en la cumbre de la OTAN que tenía lugar en Bucarest. Para unos esta soledad será un timbre de gloria, para otros una muestra del fracaso de una política exterior determinada. Para mí es un enorme fallo del anfitrión, una figura ésta que no solo se refiere a las fiestas sociales, sino que es toda una manera de estar en la vida que rehuye la crueldad y da a manos llenas disfrazando la generosidad de frivolidad.