A la vuelta de unos días en Suecia y con un terrible lumbago, me encontré con toda la discusión sobre el ataque a los soldados del contingente español que han sido asesinados en Líbano a pesar de estar allí en misión de paz bajo los auspicios de la ONU.
Y recuerdo algo extraño que escribí cuando fueron enviados y como una especie de contestación a un artículo de Emilio Lamo de Epinosa en ABC. Les pido que lo relean antes de tomar partido en esta discusión poco ejemplarizante sobre si estamos ante un acto de guerra o en un acto terrorista. No les explicará nada en concreto; pero les hará pensar, espero.