Esta tarde he tenido el privilegio de asistir al primer seminario de una serie que dictará en la UAM Tony Lawson de la universidad de Cambrige.
Aunque su posición metodológica es pluralista en principio, su propuesta, segun la entiendo yo, es reconducir la Economía como ciencia social por el camino de la ontología, un ancla firme que evite las pompas de jabón de lo que hoy es la corriente principal en la disciplina, una corriente que no admite nada que no esté modelado en términos matemáticos.
El debate posterior ha sido duro; pero sin acritud. Por mi parte me he frenado y no he hecho una pregunta y/o comentario que me bailaba en la cabeza. Era el siguiente que aunque parezca una boutade y, de hecho, lo sea, no debiera despreciarse del todo inmediatamente.
Si es pluralista debiera admitir la presunta sabiduría contenida en el horóscopo y especialmente en el del ABC ya que Karin Sylveira me parece un genio de la astrología. Pues bien, lo que hoy me anunciaba era que como buen piscis y «personaje romántico por excelencia, no tiene (tengo) realmente interés en observar el mundo; sino en soñarlo…»
Un abuena respuesta a una propuesta ontológica. ¡Qué más da cómo sea el mundo si nuestras esoñaciones teóricas son tan bellas y tan inteligentes!
Es broma. Mañana me pondré más serio, siempre que mi horóscopo me lo permita.