El trapicheo con honores para financiar al partido puede amargar los últimos meses de Blair. Sé que ha declarado a la policía durante 45 minutos y que es la primera vez que esto ocurre con un primer ministro del Reino Unido. Y sé que su declaración tenía que ver con una fuente de financiación del laborismo que provenía de otorgar títulos de nobleza a cambio de generosas donaciones al partido.
A partir de ahí no entiendo nada y no tengo ganas de surfear la red. Así que voy a elucubrar.
No entiendo que se pueda comprar un título mobiliario al Gobierno. Yo creía que los otorgaba la Corona; pero quizá lo hace a propuesta del gobierno. Tampoco estaba muy al tanto de la reforma de la Cámara de los Lores que se propone y que propiciaría, parece ser, la venta de títulos por parte de aquellos que los tienen pero que ahora quizá ya no le sirva para ser legisladores y vender así sus favores. De una y de la otra forma ahí tenemos dos fuentes de oferta de títulos. Pero ¿habrá demanda?
Creo que algien estará dispuesto a comprarse un título si no es muy caro. A qué precio salga dependerá del final de la investigación de Scoltland Yard y de la reforma de la cámara alta. Sería magnífico tener un mercado y llegar a saber a cuanto están los diferentes tipos de títulos nobiliarios.
No hay porqué escandalizarse. De siempre se han comprado puesto que se otorgaban a quienes hacían algún favor al noble que los otorgaba y todos estos favores siempre tenían un componente dinerario: financiar una guerra o la vida de un convento.
Que fueran tranasmisibles por herencia hacía de ellos ya algo dudoso pero si se aceptaba eso y con gusto, no entiendo porqué nos e va a admitir que se transmita por compraventa pues algo de eso tienen también las herencias. Compramos la buena voluntad de nuestros hijos mediante un pago esperado futuro.
Quizá haya alguien que piense que hay bienes no mercantilizables. Pero, ¿realmente piensan esas personas que este caso es similar al caso del propio cuerpo por ejemplo? Parecería que si estamos dispuestos a admitir la oferta de favores sexulales, deberíamos admitir así mismo la oferta de títulos nobiliarios.