Solamente por el horóscopo de Karin Sylveira merece la pena comprar el ABC.
Que la astrología no es científica está claro; pero tampoco lo es la política y me empapo todos los días con la incesante lluvia de interpretaciones segadas y parciales. Porque me gusta.
Pues lo mismo con el horóscopo este del que estoy hablando. Es mejor que el kempis para meditar.
Por ejemplo yo, piscis donde los haya siempre nadando entre dos aguas, llevo tiempo bajo la influencia especial de Urano y, claro, me siento revolucionado, cambiado, como en una encrucijada. Pero es que además estos días me influyen también nada menos que Marte, el dios de la guerra, y es bastante cierto que estoy en pie de guerra aunque no les contaré quén es el enemigo; por el Sol, lo que explicaría esa arrogancia insólita en mí con la que me muevo últimamaente y, para terminar, por el mismísimo Jupiter que me lleva por la senda del exceso lo que resulta muy pernicioso para mi tensión arterial.
Creo que debo tener cuidado y pensar las cosas no dos, sino al menos tres veces, antes de actuar.