La Asociación de inspectores fiscales propone, después de su Asamblea anual, que los deportistas que se domicilien fiscalmente fuera de España no puedan representarla en competiciones internacionales. Más en concreto que no puedan jugar con el equipo de España, ya sea al futbol, al baloncesto, al tenis o el golf o a lo que sea.
Se nota que estos inspectores no son del PP pues, aunque ya se han callado, hace un par de meses los dirirgentes de este partido cantaron, siquiera muy brevemente, las excelencias de la competencia fiscal.
Eso por un lado, pero por el otro también está claro la concepción de la soberanía que preside la ideología de estos funcionarios: la soberanía está en la imposición, no en la política monetraria, como se creía hasta hace poco, o en la fuerza del ejército como siempre hemos creído en el fondo.
No, ahora está claro que esa soberanía reside en la capacidad de imponer. De forma que quien no pague impuestos aquí no es de aquí y si no es posible retirarle el pasaporte, por esas cosas del código civil que define quién es español, al menos que podamos ir recortándole los derechos que se derivarían de la nacionalidad.
Como resido en Mónaco, digamos, y por las razones que sean eso me permite pagar solo ahí, ya no puedo representar a España en el mundial de billar a tres bandas por ejemplo.
Esta lógica me parece que lleva a que Euskadi pueda tener federaciones deportivas propias ya que los allí censados pagan sus impuestos allí. Quizá es esto lo que tenían in mente los inspectores, cuerpo éste al que creo recordar pertenecía uno de nuestros expresidentes, pero no me parece plausible.
De todas formas que se sepa.