Tengo que comenzar diciendo que este post estaba siendo editado cuando se descalabró esta máquina que me tiene «amarrado al duro banco». Este incidente técnico me proporcionó unas vacaciones blogeras durante dos días después de cargarse lo que estaba en borrador. Voy a tratar de rehacerlo.
La idea partía de la lectura ese mismo día de dos artículos de El País.
El catedrático de sociología y residente en Berlín, Ignacio Sotelo, trataba de convencernos de que la Europa de las regiones ( que otros llaman de los pueblos) es algo irrealizable aunque, curiosamente y de una manera enredadada, admitía que la globalización abre las puertas a esa posibilidad. Algo que, en su día, me costó un disgustillo con los que vieron en esa idea una peligrosa defensa del nacionalismo excluyente, pero que ahora se lee hasta en el FT.
Por otra parte un catedrático de Microbiología de Murcia apellidado Argí¼elles, creo recordar, exponía con precisión el sistema de evaluación de los trabajos científicos que se conoce como peer review system en el que cada revista decide la admisión o no de un trabajo determinado en base a la evaluación anónima de sus colegas o pares.
La lectura de estos dos artículos me trajo a la memoria un viejo artículo de Sah y Stiglitz que he utilizado muchas veces ( la última en el prólogo al Poder de las Redes ) y que seguiré usando mientra no se comprenda ampliamente y no llegue a formar parte del acervo cultural convencional. Se trata de estudiar diversas formas arquitectónicas de tomar decisiones o de admitir ideas en entornos donde no cabe el óptimo de primer orden por falta de capacidad de raciocinio o por falta de información.
Se comparan dos arquitecturas generales que se diferenncian en que, en un caso, los filtros a las decisiones o ideas están puestos en batería, debiendo en ese caso atravesar un filtro después de otro o, en el otro caso, lo están en paralelo, de forma que si no pasan por un filtro pueden acudir a otro que igual es menos exigente o menos tupido.
Lo que recuerdo de aquel artículo de mediados de los años 80 es que el sistema en paralelo dejaba pasar más ideas o propuestas que el alternativo de forma que se admiten más buenas, pero también más malas ideas o propuestas que en el aternativo sistema en batería.
Por lo tanto la conclusión en un entorno donde la racionalidad, por las razones apuntadas, ha de ser limitada, parece depender de lo que queramos. O bien la eliminación del error de tipo uno minimizando el número de buensa ideas o decisiones rechazadas o no tomadas, o bien la eliminación del error de tipo dos minimizando el número de ideas falsas o decisiones inadecuadas que se acepten. Depende, me atrevería a decir de si somos «atrevidos» o «segurolas», progresistas o conservadores en un sentido amplio.
Pues bien, lo importante es saber en qué condiciones del entorno es epistémicamente mejor ser «segurola» o «atrevido». Es mejor ser un «atrevido» como yo, que no se perdonaría acallar una buena idea o censurar una bena decisión, cuando el entorno hierve en ideas y cuando la distancia entre las buenas decisiones o ideas y las malas es mayor.
Yo diría que en los tiempos que corren estas dos condiciones del entorno se satisfacen. Pensemos en genética u otras ramas de la biología. Parece que Craig Venter la ha vuelto a montar y ha sido capaz de pasar un cromosoma de una bacteria a otra convirtiendo a ésta última en la primera. Parece, por otro lado, que la polarización en este campo es mayor que nunca pues, por ejemplo, la distancia entre el creacionismo y la teoría de la evolución es infranqueable. Y si nos fijáramos en formas nuevas de toma de decisines políticas o de otro tipo podríamos argí¼ir de manera similar.
La conclusión es obvia. Yo, que quiero la Europa de los pueblos, no tengo más remedio que aceptar el peer review system puesto que ambos sitemas ejemplifican una arquitectura de filtros en paralelo. Cambiaré de opinión cuando sea el caso que las ideas se agostan o que el mundo deja de estar polarizado.
Algo así es lo que quería decir y estaba diciendo cuando se rompió esta maquinita. No tengo paciencia para recuperar los enlaces. O sea que ahí va.