En realidad debería decir: ¡bien por Fortis, RBS y Santander! Las tres entidades formando una especie de consorcio sa han organizado para tratar de quedarse con el ASBN Amro, el banco holandés que fue criticado por sus accionistas por no generar suficientes beneficios en un alarde del sorprendente surgimiento del activismo accionarial.
Su comportamiento es muy similar al que practicaron Acciona y Enel en la famosa OPA sobre Endesa por parte de E.ON.
Aquí también había una especie de acuerdo en marcha mediante el cual el Baclays tenía derecho a mantener conversaciones con la institución financiera holandesa a fin de llegar a una oferta de adquisición satisfactoria que incluía la venta del LaSalle al Bank of America.
Pues bien, antes de que el periodo establecido para la negociación se agotara, el consorcio anunció una OPA (que como todas las de verdad era hostil) a un precio mayor del que se manejaba en las conversaciones entre Barclays y AMRO.
Naturalmente hay que estar a lo que diga la legislación aplicable en cada momento y ya se encargan de eso los que se aprovechan de ella: pero no hay legislación alguna ni interpretación posible que evite que los accionistas prefieran una oferta a otra por razones de precio.
Es exactamente lo mismo que el caso de Endesa. Parecía que a trancas y barrancas el camino había sido por fin desbrozado para que E.ON pudiera hacerse con Endesa, a pesar de las condiciones que la CNE había establecido y a pesar de la aparente enemiga del Gobierno Zapatero, según dicen sus enemigos políticos.
En ambos casos parece que finalmente va a triunfar el mercado. Es decir, se va aquedar con el banco cuyo desempeño es inferior al esperado y exigible, aquel oferente que paga más por la razón que sea, exceptuando, claro está, la posibilidad de que esa oferta persiga debilitar la competencia, una contingencia esta que no es relevante en ninguno de los dos casos.
Doy un ¡urrah! a favor del Satander porque actúa de la manera más favorable a los accionistas cuyas quejas abrieron el melón. Cuando ante estas quejas se inicia un periodo de negociación aparentemente no hostil deberíamos recelar porque lo más probable es que sea el comienzo de un arreglo entre ejectutivos que deje de lado el imterés de los accionistas.
Cabe añadir que el origen de todas estas operaciones está en la mala gestión de los ejecutivos de la compañía abordada y que merece la pena resalatar la diferenta actuación de la agencia reguladora pertinente: confusa en el caso español y abierta en el caso holandés.