Hablando del movimiento okupa decia yo que, tanto la capacidad de computación como las viviendas descupadas y las bicicletas, son ejemplos de bienes o de activos que pueden ser socializados si existe la tecnología adecuada al efecto.
Me refería en primer lugar al aspecto atractivo del asunto:
Pero por otro lado hay algo en el movimiento okupa que me rejuvenece. Me recuerda a las bicicletas blancas de Amsterdam. Hay algo de civilizatorio cuando se socializa algo cuyo valor es tan pequeño para cada uno que a ningún propietario legal le molesta ponerlo a disposición de todos.
También decía que, sin embargo, en la práctica parecía haber problemas tal como mostraba el ejemplo de la ciudad de Amsterdam. Pues bien, la tecnología ha vencido y que el sistema parece funcionar en Toulouse donde mi hija cursa estudios de aquritectura con el programa Erasmus, además de en París, gracias a alcaldes ecologistas. Por 22 euros tienes una tarjeta que te pemite usar cualquiera de las bicicletas candadas en numeosos puestos repartidos por la ciudad y que pueden descandarse con esa tarjeta. Tienes que dejarla dentro de los póximos 30 minutos en uno de los puestitos aunque puedes coger otra.
La cuestión interesante es si este sistema será capaz de desbancar el existente hasta hoy y que consistía en utilizar un mercado floreciente de bicicletas robadas que mantiene hasta ahora una rotación solo comparable a la de las gorritas de faena en aquella mili de no muy grato recuerdo ( me pasé todo un verano con una demasiado pequeña que parecía un gorrito de nochevieja).
¿Cómo comparar estos dos sistemas? De momento se me ocure que el actual es más tranquilo y asegura el suministro de manera más creíble. La computación ya es compartida. ¿Si extendieramos el sistema a coches híbridos acabaríamos con los robos de coches? ¿Hay una vía equivalente para acabar con el movimiento okupa?
No me parece descabellado empezar a pensar en la posibilidad de hacer algo con la vivienda en una sociedad en la que el número de nómadas crece imparablemente.
Espero que surja un sistema en el que la gente pueda tener refugio sin necesidad de incurrir en un delito y de manera muy poco onerosa para el dueño legal. Se trata de algo completamente accesible para la tecnología actual.