He aquí una magnífica introducción a la actividad que llamamos blogging. Se trata del párrafo con el que Becker y Posner comenzaron su actividad en la Red hace dos años.
Blogging is a major new social, political, and economic phenomenon. It is a fresh and striking exemplification of Friedrich Hayek ’s thesis that knowledge is widely distributed among people and that the challenge to society is to create mechanisms for pooling that knowledge. The powerful mechanism that was the focus of Hayek ’s work, as of economists generally, is the price system (the market). The newest mechanism is the “blogosphere. ” There are 4 million blogs. The internet enables the instantaneous pooling (and hence correction, refinement, and amplification) of the ideas and opinions, facts and images, reportage and scholarship, generated by bloggers.
Lo traduzco a mi manera, no sin antes advertir que, en dos años, el número de blogs en el mundo ha alcanzado la cifra de 27 millones aproximadamente.
El blogueo es uno de los fenómenos más significativos en el campo de lo social , de lo político y de lo económico. Es una ejemplificación asombrosa y novedosa de la tesis mantenida por Hayek y, según la cual, el conocimieto está ampliamente distribuído entre la gente de forma que el reto para la sociedad es crear los mecanismos que permitan poner en común ese conocimiento. El poderoso mecanismo al que los economistas en general, y Hayek muy en particular, prestaron su atención es el mecanismo de precios (el mercado). El más reciente de estos mecanismos es la «blogosfera». Hay cuatro millones de blogs. Internet permite la instantánea puesta en común ( y por lo tanto la corrección, el refinamiento y la amplificación) de ideas y opiniones, hechos e imágenes, reportajes o trabajo académico generados por los bloggers.
Mercado y «blogosfera» son dos construcciones posmodernas que se parecen en que pueden ser vistos como una red que no tiene centro y porque, en consecuencia, son muy útiles para aglutinar el conocimiento disperso, a pesar de que se podría pensar que, por el contrario, la falta de centro hace la tarea difícil.Esto es lo que dicen estos dos eximios bloggers. Notemos que no dicen que la Red, como elemento básico de la «blogosfera», puede sustituir al mercado.
Parecería que esta sustitución estaba, sin embargo, en la Era del Acceso, obra en la que Rifking insiste en que gracias a la Red vamos a poder sustituir la propiedad por el acceso, el precio por la gratuidad.
Aunque no de una manera tan clara, parecería que, en medio de la burbuja de las puntocom, era eso lo que algunos pensaban, quizá debido a que el uso de la Red podría disminuir los costes de trnsacción. Esta disminución es ciert, pero su implicación es la contraria. Porque los costes de transacción son menores, se utilizarán más los mercados existentes o se crearán nuevos.
Las empresas se decantaron por apostar por la primera de estas dos últimas posibilidades y pensaron que el quid económico de la Nueva Economía estaba en lo que se llamó el B2B. Entre las empresas se podrían organizar mercados mucho más perfectos y mucho más utilizables que el conjunto de contratos que los remedaban.
Sin embargo se confundieron. La clave del aumento posible de la riqueza estaba en el P2P. Es entre las personas pertenecientes a una comunidad dada que se pueden organizar nuevos mercados y tanto más perfectos cuanto mayor sea el número de esas personas. Esto es el valor oculto y todavía no reconocido de las empresas de servcios con millones de clientes que se encuentran atónitas ante la posibilidad real y la dificultad derivada de que comience una lucha entre comunidades a las que un cliente puede pertenecer simultáneamente
Esta dificultad será importante quizá en comunidades poco compactas. Pero podemos pensar en otras comunidades cuya identidad está mejor definida que la de un conjunto de clientes. Pensemos. por ejemplo, en una red de científicos que ya existe o se puede estructurar con facilidad. Dadas las clasificaciones públicas de científicos que proliferan por doquier, la fe que todo científico tiene en su razón y en su método y la facilidad con que podemos identificar a cada uno de ellos, parece que la confianza entre los miembros de esa red sería muy grande. Los costes de transacción serían en consecuencia muy pequeños y se puede montar entre ellos, con un simple chasquido de dedos, un pequeño eBay con cuyo beneficio podrían vivir sus promotores y todavía dejar un buen pellizco para las universidades en forma de comsiones que podría compartir con los científicos.
Algo debe de estar mal en mi razonamiento pues de lo contrario ya lo habrían puesto en marcha los innovadores vocacionales quizá a una escala reducida.